IGLESIA DEL SANTO CURA DE ARS, BELÉN-MEDELLÍN-
![]() |
Foto panorámica |
La iglesia de
casi toda mi vida, de sencilla ornamentación, pequeña, sin fastuosidad alguna.
Se inició
desde 1959, levantada con la venta de empanadas, tamales, bazares y de la
generosidad, trabajo y sacrificio de una comunidad de la que hacían parte Los
Alpes, llamado así por la densidad de pinos y ambiente campestre asemejado al paisaje alpino italiano, Las Mercedes y Las Violetas, unidos en comunidad sacaban piedras y arena de la quebrada La Picacha y de La Vereda de
Aguas Frías en belén, fue así como lograron construir su propia capilla.
Fachada frontal calle 30 |
Testigo de mi
niñez, mi primera comunión, mi confirmación, las bodas de oro de mis padres y
donde actualmente reposan las cenizas de mis padres y mi hermano.
Parroquia creada
por el Excelentísimo Señor Tulio Botero Salazar, bajo el decreto arzobispal
número 132 del 2 de octubre de 1959. Tomó el nombre del patrono de los
sacerdotes San Juan María Vianney, el cura de un pueblo francés de nombre Ars;
por ese año se celebraba el centenario de su muerte.
Nave central, al fondo mural |
Ante el
crecimiento poblacional del barrio Los Alpes en Medellín, se vio la necesidad
de levantar un templo y fue nombrado como párroco el Sacerdote Abel Díaz López,
quien duró un año liderando la labor pastoral en la Iglesia.
En 1960 llegó
Monseñor Tulio Herrera Hoyos (+), quien fue el constructor, mi confesor y gran amigo, continuando su
labor pastoral por 19 años, para luego pasar como sacerdote en La Catedral
Metropolitana de Medellín, terminando allí su vida religiosa. Actualmente reposan sus restos en la iglesia
que el construyó con tanto esmero y gusto, desde 2012, año de su muerte.
El gran promotor de la iglesia, Monseñor Herrera nació en Granada Antioquia, el 16 de abril de 1923, párroco desde 1960 a 1979, época en la que levantó con dificultades la actual iglesia; muchos años después, le cambiaron el piso, ornamentaron columnas, restauraron altares laterales y colocaron el cielo falso blanco (ver foto al final )
Mural presbiterio |
Lo más sobresaliente del templo es su gigantesco mural en el presbiterio nave central, el baptisterio y el bello ambón, de
la época en que se inició la construcción.
El mural fue pintado por el monje benedictino español catalán padre Martín Canyis Rovira (25-sept-1912 / 17-sept-2005) en 1966[ver fotos del Monje Martín Canyis Orden de San benito(O.S.B.) al final de todo éste registro] , donde resalta episodios de la vida de Jesús desde su bautismo hasta la ascensión al cielo, ser cristiano y seguidor de Cristo desde nuestro bautizo, viviendo, recordándo y asumiendo nuestra santidad a través de la Eucaristía y lograr al final de nuestra vida transitar con Cristo Jesús los caminos celestiales . Predomina el azul del agua, de la vida; el negro simboliza la oscuridad y el rojo del amor y la pasión de Jesús; "Soy la luz del mundo. Quienquiera me siga no recorrerá en oscuridad, sino tendrá la luz del mundo", Jn. 8:12. Si observamos el mural en detalle, hay cinco elementos en rojo: Las mujeres miróforas llevando aceites, fragancias y mirra, elementos para embalsamar los muertos, el cáliz Eucarístico como manifestación sacramental del misterio pascual, la corona de espinas martirio de Jesús, el hombre como ser salvado por la pasión , muerte y resurreción de Jesús y la franja roja cerca al toro o buey indicando la pasión de Jesús.
Las escenas de Jesús en la tierra se situan en la parte inferior, resaltando la vida de Jesús en el mundo, al lado derecho arriba de la última cena tres figuras que representan a Judas recibiendo el pago por la entrega de Jesús o los elementos para embalsamar a Jesús, más arriba la letra"M" significando la muerte como paso a la Vida Eterna y la línea en blanco la ascensión al cielo. Canyis lo hizo bajo la técnica del esgrafiado, que es “una técnica de representación pictórica que consiste en la aplicación sucesiva de capas de mortero pigmentadas con minerales, que se dejan secar y luego se hacen incisiones y tallas con espátulas, formones y otras herramientas (…)”.
Las escenas de Jesús en la tierra se situan en la parte inferior, resaltando la vida de Jesús en el mundo, al lado derecho arriba de la última cena tres figuras que representan a Judas recibiendo el pago por la entrega de Jesús o los elementos para embalsamar a Jesús, más arriba la letra"M" significando la muerte como paso a la Vida Eterna y la línea en blanco la ascensión al cielo. Canyis lo hizo bajo la técnica del esgrafiado, que es “una técnica de representación pictórica que consiste en la aplicación sucesiva de capas de mortero pigmentadas con minerales, que se dejan secar y luego se hacen incisiones y tallas con espátulas, formones y otras herramientas (…)”.
Sobre el azul
y el negro, que son los colores predominantes de la obra, se resaltan en rojo
algunos elementos como la corona de espinas del cordero, las especies
eucarísticas de la última cena y los aromas para embalsamar cadáveres con los
que las mujeres que visitaron el sepulcro pretendían ungir el cuerpo de Cristo. Otros dicen que es la bolsa de 30 monedas que llevaba Judas.
Frase muy recordada del Padre Martín Canyis Rovira, plasmada en el mural : "El hombre participa de la realidad divina mediante el símbolo que hace visible lo invisible y permite expresar lo que sabe y no lo que se ve". ¿Quién fue el padre benedictino Martín Canyís Rovira en el arte litúrgico?. Ingresó al monasterio de Monserrat (Barcelona) en 1923 a los 10 años, el maestro del pueblo Jaime Trujols expresó al monasterio que Canyís era muy dotado para las artes, comentario que no pasó desapercibido para el padre Celestino Gusi, el cual había estudiado pintura en Roma con el maestro Fabrés y, éste comenzó a darle clases de dibujo. En el año 1928 le asignaron el taller monástico de miniatura, que el padre Romualdo Bolx había dejado libre. Al final de sus estudios eclesiásticos fue ordenado subdiácono por el Cardenal de Toledo Isidro Gomá; estalló la guerra civil española en 1936 y apresado por 16 meses en la cárcel modelo de Barcelona con otros cuatro monjes, Martín y compañeros elaboraban medallas de galalit y las vendían a los demás presos, hasta que el 14 de noviembre de 1937 fueron liberados. Salidos de la cárcel se hospedaron en la casa de la sobrina del padre Ambrosio Caralt; el día de la Inmaculada Concepción llegó el padre Jorge Riera, diciendo que "si quieren hoy salir al extranjero por mar, pueden", era la oportunidad esperada, nos embarcamos en el SARREBROOK, que estaba en el puerto cerca del monumento de Colón, Barcelona, entre contratiempos y dificultades, duramos 13 días en el barco, náufrago y llegamos a Séte y, luego en tren llegamos a Marsella, donde estaba el padre David Pujol. Martín y Estanislao Liopart, como no éramos sacerdotes, nos enviaron al monasterio belga de San André-lez-Bruges, donde ya estaban otros cuatro monjes de Montserrat: dos hermanos de apellido Guido, Dámaso, Ireneo y Felipe. Martín y Estanislao pasaron un mes en París, mientras se resolvía el ingreso a Bélgica, hasta que el Abad de San André, Téodore Néve, logró ingresarlos a Bélgica. Semanas después llegó Monseñor Jean de Hemptinne y ordenó diácono a Martín y, al cabo de poco tiempo llegó el primado de China, Monseñor Paul Yu-Pin y ordenó sacerdote a Martín Canyís el 16 de marzo de 1938; en mayo de 1938, logró llegar a París a la abadía de Santa María de la Source. Aquí el padre Celestino Gusi, dio el aval para que estudiase arte en París. Inició clases de arte sagrado con Maurice Denis y Carlos Ventrillon-Horber; estudió también en la academia Julián, en la Grande Chaumiére y en la Colar-Rosi, además trabajó un año en Monserrat con el pintor Pedro Pruna, compañero de Picasso. A raíz de la segunda guerra mundial, el 1 de septiembre de 1939, huyó de París y nuevamente se encontraba en el monasterio de Monserrat y estuvo por 9 años como sacristán y mayordomo, por orden del Prior Aurelio Escarré, de hecho al prior no le gustaba mi arte. El abad Escarré le permitió hablar con el arquitecto Folguera, sobre los nuevos proyectos que surgían para el monasterio de Monserrat, como la sacristía, escalas del Camarín de la Moreneta y la fachada del Monasterio, en ésta última se involucró notablemente Después de ese tiempo el Prior lo mandó a Israel a vender una casa de propiedad del monasterio, viviendo en el Instituto Bíblico de los padres jesuitas en Nazaret, después de meses recibió la orden de viajar a Medellín en septiembre de 1955, para reforzar la fundación monástica de Envigado, inaugurada en 1954. y alojado en la casa Mora monástica. El padre David Pujol, prior del monasterio y el padre Víctor Wiedeman, párroco de Santa Teresita de Laureles, contrataron mi primer trabajo de 14 vítrales, luego más encargos en más de 50 recintos religiosos, entre iglesias, catedrales y conventos. El trabajo más grande duró 12 años, en el Santuario de Fátima en Calí, contrato apoyado por el metalista de Barcelona Javier Corberó, quien le mencionó a la Reverenda Madre Josefa Margarit, que Martín Canyís era la persona que ella requería para toda la decoración del Santuario. Aún viviendo en casa Mora llegó mi protector artístico el padre Celestino Gusi, -desde mis 10 años cuído de mi formación artística- como abad general de la Congregación Benedictina de Subíaco; años después regresé a Monserrat cuando el padre Gusi estaba muy enfermo y asistí al funeral acompañado de sus hermanas Pilar y Antoñita. De regreso a Medellín siguió estudiando las armonías geométricas de las joyas prehispánicas del oro, era curioso la perfección sin estudio ni diseños ya establecidos de los indigenas; como decía Bolivar: "A este país lo guió un instinto que puede llamarse sabiduría de la naturaleza misma. No había modelos conocidos para sus creaciones y sus doctrinas no tuvieron maestros ni ejemplos, por lo que todo en el aborigen fue original y tan puro como la inspiración que viene de lo alto". Ya establecido en Usme y con un borrador escrito de mis estudios. Un buen día se presentó el presidente Belisario Betancur con todo su séquito, al monasterio de Usme, tuve allí la oportunidad de hablarle de la orfebrería colombiana como forma de pensamiento y medio de expresión es una filosofía de transformación y entendimiento de la naturaleza, y lo más sorprendente como lo expresó René Huyghe: "El objetivo del artista no es ni una figura ni color, es el alma o el mundo invisible". Todo esto encantó al doctor Belisario y ordenó a su secretario que se imprimiése el libro escrito por Martín Canyís "Nociones generales de arte y belleza", 1958. El padre Pedro Busquets, arquitecto y monje daba clases en el Seminario de Medellín, y me propuso dar clases de pintura en el Seminario, lo cual acepté, conociendo un seminarista alumno excelente en el manejo del lápiz, supe luego que el Municipio de Medellín le había encargado trabajos para la decoración de una estación del metro de Medellín. Mi nacionalización ocurrió el 11 de julio de 1972 con la ayuda del doctor Pedro Ángel y su esposa María Teresa Carvajal.
Frase muy recordada del Padre Martín Canyis Rovira, plasmada en el mural : "El hombre participa de la realidad divina mediante el símbolo que hace visible lo invisible y permite expresar lo que sabe y no lo que se ve". ¿Quién fue el padre benedictino Martín Canyís Rovira en el arte litúrgico?. Ingresó al monasterio de Monserrat (Barcelona) en 1923 a los 10 años, el maestro del pueblo Jaime Trujols expresó al monasterio que Canyís era muy dotado para las artes, comentario que no pasó desapercibido para el padre Celestino Gusi, el cual había estudiado pintura en Roma con el maestro Fabrés y, éste comenzó a darle clases de dibujo. En el año 1928 le asignaron el taller monástico de miniatura, que el padre Romualdo Bolx había dejado libre. Al final de sus estudios eclesiásticos fue ordenado subdiácono por el Cardenal de Toledo Isidro Gomá; estalló la guerra civil española en 1936 y apresado por 16 meses en la cárcel modelo de Barcelona con otros cuatro monjes, Martín y compañeros elaboraban medallas de galalit y las vendían a los demás presos, hasta que el 14 de noviembre de 1937 fueron liberados. Salidos de la cárcel se hospedaron en la casa de la sobrina del padre Ambrosio Caralt; el día de la Inmaculada Concepción llegó el padre Jorge Riera, diciendo que "si quieren hoy salir al extranjero por mar, pueden", era la oportunidad esperada, nos embarcamos en el SARREBROOK, que estaba en el puerto cerca del monumento de Colón, Barcelona, entre contratiempos y dificultades, duramos 13 días en el barco, náufrago y llegamos a Séte y, luego en tren llegamos a Marsella, donde estaba el padre David Pujol. Martín y Estanislao Liopart, como no éramos sacerdotes, nos enviaron al monasterio belga de San André-lez-Bruges, donde ya estaban otros cuatro monjes de Montserrat: dos hermanos de apellido Guido, Dámaso, Ireneo y Felipe. Martín y Estanislao pasaron un mes en París, mientras se resolvía el ingreso a Bélgica, hasta que el Abad de San André, Téodore Néve, logró ingresarlos a Bélgica. Semanas después llegó Monseñor Jean de Hemptinne y ordenó diácono a Martín y, al cabo de poco tiempo llegó el primado de China, Monseñor Paul Yu-Pin y ordenó sacerdote a Martín Canyís el 16 de marzo de 1938; en mayo de 1938, logró llegar a París a la abadía de Santa María de la Source. Aquí el padre Celestino Gusi, dio el aval para que estudiase arte en París. Inició clases de arte sagrado con Maurice Denis y Carlos Ventrillon-Horber; estudió también en la academia Julián, en la Grande Chaumiére y en la Colar-Rosi, además trabajó un año en Monserrat con el pintor Pedro Pruna, compañero de Picasso. A raíz de la segunda guerra mundial, el 1 de septiembre de 1939, huyó de París y nuevamente se encontraba en el monasterio de Monserrat y estuvo por 9 años como sacristán y mayordomo, por orden del Prior Aurelio Escarré, de hecho al prior no le gustaba mi arte. El abad Escarré le permitió hablar con el arquitecto Folguera, sobre los nuevos proyectos que surgían para el monasterio de Monserrat, como la sacristía, escalas del Camarín de la Moreneta y la fachada del Monasterio, en ésta última se involucró notablemente Después de ese tiempo el Prior lo mandó a Israel a vender una casa de propiedad del monasterio, viviendo en el Instituto Bíblico de los padres jesuitas en Nazaret, después de meses recibió la orden de viajar a Medellín en septiembre de 1955, para reforzar la fundación monástica de Envigado, inaugurada en 1954. y alojado en la casa Mora monástica. El padre David Pujol, prior del monasterio y el padre Víctor Wiedeman, párroco de Santa Teresita de Laureles, contrataron mi primer trabajo de 14 vítrales, luego más encargos en más de 50 recintos religiosos, entre iglesias, catedrales y conventos. El trabajo más grande duró 12 años, en el Santuario de Fátima en Calí, contrato apoyado por el metalista de Barcelona Javier Corberó, quien le mencionó a la Reverenda Madre Josefa Margarit, que Martín Canyís era la persona que ella requería para toda la decoración del Santuario. Aún viviendo en casa Mora llegó mi protector artístico el padre Celestino Gusi, -desde mis 10 años cuído de mi formación artística- como abad general de la Congregación Benedictina de Subíaco; años después regresé a Monserrat cuando el padre Gusi estaba muy enfermo y asistí al funeral acompañado de sus hermanas Pilar y Antoñita. De regreso a Medellín siguió estudiando las armonías geométricas de las joyas prehispánicas del oro, era curioso la perfección sin estudio ni diseños ya establecidos de los indigenas; como decía Bolivar: "A este país lo guió un instinto que puede llamarse sabiduría de la naturaleza misma. No había modelos conocidos para sus creaciones y sus doctrinas no tuvieron maestros ni ejemplos, por lo que todo en el aborigen fue original y tan puro como la inspiración que viene de lo alto". Ya establecido en Usme y con un borrador escrito de mis estudios. Un buen día se presentó el presidente Belisario Betancur con todo su séquito, al monasterio de Usme, tuve allí la oportunidad de hablarle de la orfebrería colombiana como forma de pensamiento y medio de expresión es una filosofía de transformación y entendimiento de la naturaleza, y lo más sorprendente como lo expresó René Huyghe: "El objetivo del artista no es ni una figura ni color, es el alma o el mundo invisible". Todo esto encantó al doctor Belisario y ordenó a su secretario que se imprimiése el libro escrito por Martín Canyís "Nociones generales de arte y belleza", 1958. El padre Pedro Busquets, arquitecto y monje daba clases en el Seminario de Medellín, y me propuso dar clases de pintura en el Seminario, lo cual acepté, conociendo un seminarista alumno excelente en el manejo del lápiz, supe luego que el Municipio de Medellín le había encargado trabajos para la decoración de una estación del metro de Medellín. Mi nacionalización ocurrió el 11 de julio de 1972 con la ayuda del doctor Pedro Ángel y su esposa María Teresa Carvajal.
REGISTRO PARCIAL FOTOGRÁFICO DE ARTE LITÚRGICO: CALICES, COPONES, PINTURA, CRUCIFIJOS, MONASTERIO GUATAPÉ Y LÁPIDA EN GUATAPÉ DEL MONJE BENEDICTINO MARTÍN CANYÍS ROVIRA.
![]() |
Base para cirio pascual |
![]() |
Ambón |
![]() |
Base de soporte ara (mesa del altar) |
![]() |
Mural en teselas de cerámica |
![]() |
Pintura arriba del ara y crucifijo |
Monasterio de Guatapé donde Martín Canyís vivió y murió allí. |
Lápida actual registrada abril 2025, cementerio privado monasterio de Guatapé. Su epitafio: "Se mantuvo firme como si viera al invisible" Heb. 11, 27a |
En el año de 1998, el rector de la U.P.B., padre Gonzalo Restrepo y el padre Eduardo Toro, discípulo de Martín, quisieron que presentara una exposición de arte litúrgico, primera y única presentación. Decía el monje benedictino Martín: "que el arte es un medio expresivo de algo invisible. No tiene fin en si mismo. Es esencialmente arte de iglesia, hecho para la colectividad de los fieles. La liturgia es el cielo sobre la tierra, es una manifestación terrestre del mundo celestial. El culto litúrgico es una anticipación de la liturgia invisible del más allá. De aquí que las realidades que se usan en el culto no son más que reflejos e imagen de las realidades sobrenaturales existentes en Cristo. Cristo continúa su vida evangélica en el mundo, no en la anécdota ni en la ficción sino en el misterio. Las obras de arte participan de este misterio y ayudan a manifestar a los fieles esta vida invisible de Cristo. En el arte litúrgico se sacrifican los elementos que no conducen a este fin como son: volumen, peso, perspectiva, gran parte del dibujo y toda clase de realismos. Aquí se desarrollan la pintura plana, los tonos llenos, el ritmo y la línea. Yo creo haber obtenido en mi arte litúrgico la representación del más allá con medios originales y económicos, sin traicionar la naturaleza divina de los Misterios de Cristo. Creo que aquí está mi aporte original". Los trabajos de arte del padre Martín como vitrales, relieves, custodias, copones, calices, murales, mosaicos, esculturas, mobiliario litúrgico, grandes estucos y remodelaciones arquitectónicas, abarcaron ciudades como Medellín, La Ceja, Paipa, Tunja, Garzón, Neiva, Cartago, Palmira, Sincelejo, Bogotá, Pereira, Pitalito, Bucaramanga, San Gíl y Puerto Rico.
No cabe duda que hablar sobre la obra artística del padre Martín Canyís Rovira, sería tema para un espacio más detallado. Queda aún mucho en el escritorio por explicar, del arte litúrgico de Canyís, trabajado y dedicado a la gloria de Cristo y servicio del pueblo de Dios.
Después de Monseñor Tulio Herrera Hoyos, le siguieron:
Presbítero
Ismael Mejía Benjumea ( 1979-1982)
Presbítero
Guillermo Botero Londoño (1986-1987)
Presbítero
Julio Vélez Ochoa ( 1987-1994)
Presbítero
Gustavo Velásquez Corrales 5 meses en
1994
Presbítero
Luis Enrique Bonilla Arenas (1994-2001)
Presbítero
Luis Humberto Restrepo (2001-2006)
Presbítero Wilson de Jesús Alvarez Herrera
Presbítero actual Diego Aurelio LópezNave lateral izquierda |
En el 2009 se
celebró el jubileo parroquial que coincidió con los 150 años de muerto el Santo
Cura de Ars, además se inauguró el
Centro de Evangelización y Cultura.
En el 2009 el
papa Benedicto XVI, lo proclamó Patrono de todos los sacerdotes del mundo
La parroquia
cuenta actualmente con las siguientes comunidades pastorales:
Proclamadores
de la palabra, servidores del altar, Legión de María, Grupo bíblico, pastoral
de la salud, ministros extraordinarios de la Eucaristía, Cómite de la caridad, Catequistas de primera comunión y confirmación, grupo misionero, comunidad
juvenil, ministerio de música infantil, talleres de oración y vida, grupo de
oración y alabanza y costurero parroquial.
Vista parcial nave central dividida por apórticados de la nave lateral derecha |
Vista tomada desde el altar hacia el atrio |
Nave central y nave lateral izquierda |
Vitral en fachada principal, en el inferior "Jesús el buen pastor" |
Detalle mural |
Aquí vemos en la parte superior el trono del Padre con el crismón de Jesucristo, en el arte bizantino el trono del padre sería Pantocrátor, aún así es el Padre quien está en el trono y no Cristo Jesús, sinembargo hay dos textos del Apocalipsis 1,4 ("De Juan a las siguientes Iglesias de Asia: les deseo el favor y la paz de parte de Aquel que es, que era y que será, de parte de los siete espíritus que están ante su trono") y 3,21 ("Al vencedor le concederé que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono") en las que se expresa a Cristo sentado en un trono sea propio o del Padre; a su alrededor una figura tetramorfa cuya representación puede hacer referencia a la visión del profeta Ezequiel, cuando describe cuatro criaturas que de frente tienen rostro humano y de espaldas rostro de animal. También pueden sugerir cuatro ángeles zoomorfos que rodean el trono celestial.
El hombre se asocia a Mateo, el león a San Marcos, el toro a San Lucas y las alas alrededor del trono al más abstracto y teólogico, San Juan , es decir los cuatro evangelistas, pilares de todas las enseñanzas de Jesús, escritas por ellos.
Si detallamos siempre al lado izquierdo estarán representados: Juan con el águila que significa Ascensión y a Lucas con el buey o toro que significa Pasión.
Al lado derecho estarán representados: Marcos con el león que significa Resurrección y a Mateo con el ángel que significa Encarnación de Cristo.
Si detallamos siempre al lado izquierdo estarán representados: Juan con el águila que significa Ascensión y a Lucas con el buey o toro que significa Pasión.
Al lado derecho estarán representados: Marcos con el león que significa Resurrección y a Mateo con el ángel que significa Encarnación de Cristo.
Mural 24102021
AMBÓN
Las siguientes tres fotos corresponden a un "púlpito", donde se lee la primera lectura, salmo responsorial y segunda lectura
Detalle base ara |
Sede o cátedra altar central en madera |
Altar lateral nave izquierda estatua del Santo Cura de Ars, relativamente la ornamentación es reciente. Ver biografía del cura de Ars. http://webcatolicodejavier.org/SantoCuraDeArsBio.html |
Los siguientes retablos son óleos en madera tratada y protegidos por trementina, seguramente el autor mezcló una proporción precisa de aceite de linaza y trementina, que varía según las preferencias o experiencia del pintor. El autor de este viacrucis, el maestro Francisco José Morales Londoño (1916-2002); los datos de los retablos y su vida me fue dado por Clara Morales, su hija.
Indagar
sobre este pintor caldeño, es adentrarse en una biografía muy
particular, debido a la vida y formación de este artista que desde sus
inicios, se aleja un poco de los grandes maestros antioqueños como:
Francisco Cano, Pedro Nel Gómez, entre otros. Morales de extracción
nació en Caldas en el año de 1916 en el hogar conformado por Isaías
Morales Restrepo y María Londoño Cardona.
Vecino y amigo en el Barrio Los Alpes
Vecino y amigo en el Barrio Los Alpes
Don
Francisco formó y perfeccionó su pincel, gracias a los estudios en la
Escuela de Bellas Artes de Bogotá formado por profesores como bajo la
dirección de Domingo Moreno Otero, Miguel Díaz y Sergio Trujillo que
habían sido discípulos de Francisco Antonio Cano, donde llegó gracias a
una beca otorgada por el concejo de
Caldas en el año de 1934, subvención asignada gracias a la gestión de su
padre Isaías, quien con la firme intención de ayudar más al progreso
del talento de su hijo y en parte influenciado por los comentarios
hechos por una delegación de Bogotá, que visitó la fabrica Locería
Colombiana, donde a la edad de 15 laboró como decorador de loza, los
visitantes entonces recomendaron que este fuera a estudiar a la escuela
mencionada. Basados en esta sugerencia padre e hijo buscaron mediante
la gestión, ante la corporación edilica la ayuda para estudiar dibujo y
así profesionalizarse en la pintura, este proceso fue desde le año 1932
hasta 1934, la crisis económica vivida a escala mundial, lo cual
generó dentro de la localidad déficit de presupuesto que atraso un poco
la beca para Morales, a fines de 1934 este ente exigió al menos una
explicación coherente del por que este no estudiada en la capital del
departamento, ante lo cual contesta lo siguiente:
“En
la escuela de pintura de Medellín sólo se dan tres clases semanales a
los alumnos, los días lunes, miércoles y viernes, de las cuatro a las
seis de la tarde con un costo aproximado de $12.15, así: beca $4.oo
tiquetes ida y regreso y por doce comidas en el mes $6.oo, como ya os
dije, el estudio en esta escuela sólo se circunscribe a la pintura y a
clases muy cortas."
Estos informes dan al menos una visión de la entrega y dedicación que Morales quería dar a su formación, además ilustra sobre las escuelas de arte más populares en Colombia por aquella época, Bogotá entonces representó el sitio más idóneo para la preparación de este tipo. Fue así como en comunicación del 22 de enero de 1933 se le informó al joven Francisco Morales que le fue asignada una pensión de 7,75$ para sus estudios en la Escuela de artes de la capital, al fin su talento sería bien encaminado en la mejor institución de este tipo en el país, aptitud reconocida por la gente más reconocida en la localidad pues la petición estaba respaldada por: el presbítero Pedro Luís Álvarez, el industrial Bernardo Wolff, el comerciante Bonifacio Ángel, el juez municipal Apolonio Correa entre otros, demostrando de esta forma la relevancia y aceptación entre los habitantes de Caldas de la paleta de Morales.
Instalado
en Bogotá, sus profesores se asombraron con las habilidades
demostradas por este, según las cartas firmadas por el maestro León
Cano, Morales destaca por su amor al arte y su aplicación al estudio,
cualidades que llevaría el pintor durante toda su obra y vida, la cual
fue un esfuerzo constante por darle un valor académico, no sólo a su
formación sino también a su obra.
Los
primeros años como profesional del arte, fueron destinados para la
creación de su propio nombre en el panorama pictórico del país, logro
alcanzado en parte a su participación en la VII exposición de Pereira,
que a fines de 1938 otorgó medalla de oro y diploma de primera clase.
Años posteriores funda con el señor José Horacio Betancur, la Casa de la
Cultura de Medellín, allí dictó clases de dibujo y pintura, idéntica
labor desempeñó en el Instituto de Artes Plásticas, luego facultad de
artes de la Universidad de Antioquia, además como ilustrador , retirado
en 1979.
Al
observar sus cuadros es evidente la influencia de maestros académicos
como Francisco Cano, además de haber sido heredero del neo clasismo,
regido por un concepto figurativo a una gama reducida de colores,
Dorian Flórez describe de la siguiente forma su paleta: Se caracteriza
por su sencillez, el moldeado exacto y las
entonaciones grises y violáceas, dispuestas en grandes planos que le dan
un aspecto de modernidad, lo alejan de su escuela y lo emparentan con
los realistas simbólicos. Este olvidado caldeño dedicó parte de sus
cuadros al retrato donde logró plasmar en pinturas como: “Don Miguel de
Aguinaga, Simón Bolívar y el Julio Vives-Guerra, alcanzando el
patetismo dramático en oleos como Salomé y Cristo Muerto.
El
contexto en el que Morales estudia artes plásticas es hito dentro de la
misma historia del arte en Colombia, la entrada de gobiernos
nacionales que permitieron a la educación recibir una orientación laica,
situación que reflejo en la pintura una apertura a nuevas tendencias y
estilos que facultaron una formación más universal a los alumnos
inscritos en las escuelas de Bellas artes de Bogotá y Medellín, mirada
que se refleja en toda la obra de Morales, sus cuadros contienen
tendencias que van desde el retratismo hasta el surrealismo.
![]() |
Pintor Viacrucis iglesia Santo Cura de Ars Francisco José Morales Londoño |
Detalle de retablo al óleo del viacrucis, las otras trece estaciones son similares Sagrario Baptisterio en piedra blanca de una sola pieza |
![]() |
Actual remodelación cubierta año 2015 |
![]() |
![]() |
Año 1998 |
Definitivamente toda la exégesis del mural y cátedra del presbítero corresponden a una interpretación de los últimos días de Jesús en la tierra, su pasión , muerte y resurrección interpretando lo conocido y lo desconocido, lo olvidado y recordado, lo presente y lo ausente, nuestra fe y la duda sobre ella.
Aquí se nos refleja una mediación entre la esperanza de la humanidad y nos recuerda nuestra condición temporal en búsqueda de la perfección.
Les dejo aquí un link para que observen las diferentes reliquias de la pasión de Jesús en diversos templos del mundo:
https://www.youtube.com/watch?v=tBTDaWpPc4g
Excelente reportaje. Gracias.
ResponderEliminarExcelente artículo.
ResponderEliminar