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En la época de la conquista el Valle de Guasca era poblado por indígenas que obedecían al Cacique Guatavita, estos ofrecían ceremonias en la Laguna de Siecha (agua entre colinas), tributando su oro en la laguna.
En la segunda mitad del siglo XVI comenzarón a surgír las encomiendas y consigo la necesidad de evangelizar todo este poblado indígena; se asentarón en este valle la Comunidad de Los Dominicos; éstos, viendo la urgencia de construír un convento con su capilla, contratarón con el encomendero Pedro Tovar y Buendía la construcción, llevada a cabo en el siglo XVII.
La población inicialmente tenía como centro de sus actividades doctrinarias y administrativas La Capilla de Siecha y sus alrededores, el cual fue trasladado en 1778 aproximadamente,
La pequeña iglesia se compone de tres naves, al lado de esta levantaron el convento, en aquella época en el valle de Guasca era la primera construcción cubierta en teja de barro.
A finales de 1989 la comunidad Guasqueña solicito ante el gobierno protección de La Capilla de Siecha y sus alrededores.
Mediante Decreto 604 de marzo de 1991 firmado por César Gaviria Trujillo, fue declarada Monumento Nacional y ya en 1994 la comunidad fundó ASIECHA, asociación para la protección de patrimonio y medio ambiente.
